miércoles, 22 de junio de 2011

PARTICIPA ACTIVAMENTE MAGISTERIO TLAXCALTECA EN LA PRIMERA ETAPA DEL CONGRESO NACIONAL DE EDUCACIÓN



*Los integrantes del Comité Ejecutivo de la Sección 31 han coordinado de manera eficiente la Etapa Escuela, donde participan los integrantes de cada centro escolar, invitados de la comunidad educativa, conferencistas, especialistas y personalidades distinguidas.

Tlaxcala, Tlax.- En concordancia con lo establecido en la convocatoria emitida por el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE); el magisterio tlaxcalteca agremiado a la Sección 31, que encabeza como Secretario General el profesor J. Carmen Corona Pérez, participa activamente en el 5º Congreso Nacional de Educación y en el 3er Encuentro Nacional de Padres de Familia y Maestros.


A lo largo y ancho del territorio estatal, en cada una de las ocho regiones que integran la Sección 31, como son Apizaco, Calpulalpan, Huamantla, Panotla, Teolocholco, Tetla, Tlaxcala, y Zacatelco; los integrantes del Comité Ejecutivo Seccional han coordinado de manera eficiente la Etapa Escuela, donde participan los integrantes de cada centro escolar, invitados de la comunidad educativa, conferencistas, especialistas y personalidades distinguidas.


Luego de esta exitosa primer etapa, corresponde el turno a la Etapa Delegacional, donde participan los integrantes de la delegación sindical, y de nueva cuenta invitados de la comunidad educativa, conferencistas, especialistas y personalidades distinguidas; a continuación, en la Etapa Municipal, se integran los delegados, integrantes de las delegaciones y las comunidades, así como autoridades, personalidades distinguidas y conferencistas.


Después viene la Etapa Regional, donde participan de nueva cuenta delegados, integrantes de las delegaciones y las comunidades, conferencistas y autoridades de los municipios que conforman cada región; en la Etapa Seccional- Estatal, asistirán un máximo de mil participantes entre delegados, conferencistas e invitados, en proporción equitativa al número de municipios y su población.


Finalmente se realiza la Etapa Nacional, donde asistirán, también, un máximo de mil participantes entre delegados, conferencistas e invitados, en proporción al número de entidades federativas y la población distribuida en ellas.


Cabe hacer mención que el Congreso Nacional de Educación es un órgano de gobierno del SNTE y un medio de acción sindical en materia educativa; por lo que constituye un foro abierto a la reflexión, el diálogo, a la experiencia y a la convivencia; debido a su naturaleza pedagógica tiene un doble propósito, por una parte, propiciar ambientes de aprendizaje y de transformación entre los participantes; y, por otra, elaborar propuestas para mejorar el sistema educativo nacional y que éste responda a las necesidades que demanda el mundo actual.


Asimismo, el Encuentro Nacional de Padres de Familia y Maestros es un evento organizado por el SNTE, en el que se reúnen padres de familia, maestros, académicos, investigadores, autoridades educativas, gubernamentales asociaciones de padres de familia y sociedad en general, preocupados por establecer vínculos de comunicación que permitan impulsar una política de estado en materia educativa que asegure una educación de calidad con equidad para todos los mexicanos.

lunes, 13 de junio de 2011

LA ESCUELA EMANCIPADORA: ¿UN PODER IDEOLÓGICO FÁCTICO O UNA IDEOLOGÍA SIN PODER?*



POR: ABELARDO CARRO NAVA


*VERSIÓN COMPLETA DEL ARTÍCULO PUBLICADO EN CONEXIÓN 31


Resumen

Hablar de la “escuela emancipadora” – entendida ésta a partir del movimiento freiriano – resulta ser un tema de singular importancia, dado que permite al lector darse cuenta que existen múltiples ideologías con respecto al quehacer educativo y que bien pueden estar enmarcadas en cuadros o estructuras sociales, económicas, políticas y culturales, totalmente diferentes a las que hemos conocido.

He ahí la importancia que representa el análisis que he hecho en este trabajo que he denominado: “La escuela “emancipadora”: ¿un poder ideológico fáctico o una ideología sin poder?”, dado que por un momento se puede pensar que la “escuela emancipadora” encierra en sí misma un poder ideológico fáctico, que llevaría a cualquier sociedad a liberarse de los múltiples aspectos que la oprimen de manera inmediata; sin embargo, tal parece que “la realidad” nos ha mostrado una cara diferente, al ser testigos del dominio que ha ejercido el capitalismo en los últimos siglos, de hecho, desde que apareció en el siglo XVI, su influencia ha sido determinante en la organización del los Estados y, por ende, en la vida las personas que habitan los mismos.

Entender tales fenómenos sociales, parece ser una tarea ardua y un tanto compleja, sin embargo, los recursos literarios, tecnológicos y demás con los que contamos en la actualidad, nos llevan a adentrarnos en una amplia discusión al respecto, misma que he expuesto en las líneas que se expresan de manera sencilla y concreta en el ensayo que hemos elaborado para tal efecto.


LA ESCUELA “EMANCIPADORA”: ¿UN PODER IDEOLÓGICO FÁCTICO O UNA IDEOLOGÍA SIN PODER?

INTRODUCCIÓN

Hablar de la “escuela emancipadora” – entendida ésta a partir del movimiento freiriano – resulta ser un tema de singular importancia, dado que permite al lector darse cuenta que existen múltiples ideologías con respecto al quehacer educativo y que bien pueden estar enmarcadas en cuadros o estructuras sociales, económicas, políticas y culturales, totalmente diferentes a las que hemos conocido.

He ahí la importancia que representa el análisis que he hecho en este trabajo que he denominado: “La escuela “emancipadora”: ¿un poder ideológico fáctico o una ideología sin poder?”, dado que por un momento se puede pensar que la “escuela emancipadora” encierra en sí misma un poder ideológico fáctico, que llevaría a cualquier sociedad a liberarse de los múltiples aspectos que la oprimen de manera inmediata; sin embargo, tal parece que “la realidad” nos ha mostrado una cara diferente, al ser testigos del dominio que ha ejercido el capitalismo en los últimos siglos, de hecho, desde que apareció en el siglo XVI, su influencia ha sido determinante en la organización de los Estados y, por ende, en la vida las personas que habitan los mismos.

Entender tales fenómenos sociales, parece ser una tarea ardua y un tanto compleja, sin embargo, los recursos literarios, tecnológicos y demás con los que contamos en la actualidad, nos llevan a adentrarnos en una amplia discusión al respecto, misma que he expuesto en las líneas que a continuación se expresan de manera sencilla y concreta.


DESARROLLO

La escuela “emancipadora”: ¿un poder ideológico fáctico o una ideología sin poder?, es una idea que me surgió después de haber revisado y analizado varios autores de singular relevancia en el ámbito educativo, tales como: Pierre Bourdieu, Jean-Claude Passeron, Henry A. Giroux, Peter McLaren, Justa Ezpeleta y Elsie Rockwell, pero, sobre todo, a Paulo Freire, quien de alguna forma, es el principal representante del movimiento emancipador en Brasil, a través de las importantes obras que él mismo público hace unos cuantos décadas atrás: “la pedagogía del oprimido y las educación como práctica de la libertad”, tal y como bien Ernani María Fiori lo afirma: ”… los dominadores mantienen el monopolio de la palabra, con que mistifican, masifican y dominan. En esa situación, los dominados, para decir su palabra, tienen que luchar para tomarla. Aprender a tomarla de los que la retienen y niegan a los demás, es un difícil pero imprescindible aprendizaje: es la pedagogía del oprimido” (FIORI, pág. 20), a través de la cual, se logrará la emancipación de los propios individuos.

Visto desde esta perspectiva, resulta interesante el cuestionamiento inicial que se ha hecho en el párrafo anterior, dado que cuestiona precisamente “el poder” que pudiera traer consigo la “ideología” que permea a la “escuela emancipadora” – entendida ésta, como la corriente que siguió el movimiento “freiriano” –. De ahí que se pregunte, el ¿por qué de un poder ideológico fáctico o una ideología sin poder en la escuela ya mencionada? Este planteamiento, ¿afirma que la escuela posee un poder que proviene de una ideología emancipadora o que carece de él? Pues bien, tal parece que dicha ideología ha tenido “eco” bastante significativo en diversos países, dado que existen diversas corrientes ideológicas que se identifican con la posición freiriana que brevemente he citado líneas atrás. Sin embargo, hasta el momento, considero que solo se ha quedado en eso, en una “identificación ideológica” sin poder que poco ha podido hacer ante las formas de pensamiento “puramente capitalistas y globalizadoras” que dominan y predominan en el mundo y, por ende, en las formas de vida de las personas.
¿Por qué afirmar tal situación? Por dos razones esenciales, la primera tiene que ver con el mundo altamente globalizado en el que nos encontramos viviendo en estos momentos, dado que éste sigue provocando una serie de desigualdades sociales, económicas, políticas y, hasta, culturales, que marcan una notable diferencia entre los que dominan y los que son dominados. Desde luego, los primeros son pocos, mientras que los segundos, representan en sí, a una inmensa mayoría que padece los efectos de esa globalización y dominación a la que hecho alusión, ya lo reconocía Giroux al afirmar la existencia de: “…mecanismos de control ideológico que penetran la conciencia y las prácticas de las sociedades del capitalismo avanzado” (GIROUX, pág. 33), mismos que siguen y, tal parece, que seguirán latentes por mucho más tiempo. La segunda, porque ante las necesidades sociales que emergen precisamente de esas desigualdades a las que he hecho referencia, los seres humanos, muchas de las veces, a costa de lo que sea, buscan satisfacerlas aceptando de facto las decisiones que imponen aquellos que dominan: que tienen el poder.

Preguntemos entonces, ¿por qué en la actualidad no se ha dado un “movimiento emancipador” en todo el mundo que libere a los hombres del yugo dominante si consideramos que la “escuela emancipadora” trae consigo el cumplir con este objetivo?, ¿por qué aquellos que padecen las decisiones impuestas por los que dominan continúan aceptando dichas decisiones y los efectos de éstas? Creo pues, que la respuesta a tales cuestionamientos, tendría que ver con las prioridades que han fijado aquellos que concebimos como dominados en los diversos países que conforman el planeta, tendientes éstas a satisfacer sus necesidades más apremiantes como el comer, vestir y salvaguardarse de las inclemencias del tiempo, o como bien podría decirse: a “sobrevivir” satisfaciendo sus requerimientos fisiológicos a través de las políticas que establece el capitalismo moderno.

Pensemos por un momento la siguiente situación. Si consideramos que hace ya unos cuantos siglos que el capitalismo apareció en el mundo – aproximadamente a partir del siglo XVI cuando éste sustituye al feudalismo –, buena parte de los Estados, han seguido esta forma de organización económica, política y social, con la “supuesta” finalidad de salvaguardar los intereses de la nación que representan, así como también, el “supuesto” bienestar de sus propios habitantes; sin embargo, un hecho que me parece por demás significativo, tiene que ver precisamente con esto último que he mencionado: las personas que han nacido, nacen y nacerán en dichos Estados, desde el momento mismo de su “concepción”, se han incorporado, incorporan o incorporarán a las “estructuras capitalistas” que definen los estilos de vida de los seres humanos. Creo entonces, que aquellos que se insertan – repito, desde el momento de su “concepción” – en el grupo de los dominadores, seguirán con la misma tendencia “ideológica“ dado que, por consecuencia lógica, tendrían que conservar el poder que la misma “estructura familiar les ha heredado”, basada desde luego, en la “estructura capitalista” conformada desde hace mucho tiempo. Luego entonces, aquellos que se insertan – también, desde el momento en que es “concebida” la persona – en el gran grupo de los dominados, continuarán con las mismas pautas de actuación, aspirando, llegar a ser parte del grupo que posee el poder, lo cual, resultaría ser casi imposible. Veamos la confirmación de lo que hasta aquí he dicho en la siguiente idea: “para el Estado y las clases dominantes se tratará de conservar y potenciar sus formas de dominación, incluida la reproducción de las clases subalternas en tanto subalternas. Para éstas, en cambio, su desarrollo político orientará aquel movimiento hacia obtener mejores condiciones de vida, hacia disputar el poder establecido o, alterando el proyecto de las clases dominantes, hacia la transformación de las relaciones sociales” (EZPELETA, pág. 195).

En este escenario, resulta importante observar pues, las “formas de vida” que a través del tiempo se han ido configurando y, podría decirse, que hasta consolidando, como lo es el capitalismo propiamente dicho y las relaciones entre dominadores y dominados. Sin embargo, algo que no debe escaparse a nuestra vista y que va más allá de una supuesta relación entre las antagónicas mencionadas líneas atrás, es la reproducción de esas “formas de vida” a las que he hecho referencia. Veamos por qué.

Volviendo al asunto en el que los seres humanos han nacido, nacen y nacerán bajo las “estructuras capitalistas” que han adoptado los Estados para salvaguardar los intereses del mismo y de los habitantes que lo conforman, la reproducción propiamente dicha, se hace latente en el momento en el que los individuos se conciben – y no me refiero al hecho biológico sino a un aspecto social – dentro de las “formas de vida” existentes. Es decir, que una vez que se conoce al hecho biológico, el ser humano como tal, pasa a formar parte de las concepciones sociales y de las estructuras mencionadas que han sido reproducidas a través del tiempo. Un ejemplo muy sencillo, lo podemos ver cuando los padres eligen el nombre del niño o de la niña, la ropa, el hospital, la institución maternal que lo atenderá en los primeros años de vida, la institución educativa a la que asistirá, etc., todo ello, dependiendo del grupo – dominadores y dominados – al que se incorporará en lo sucesivo. Por consecuencia lógica, el Estado, llegará a tomar las decisiones más “acordes” que le permitan seguir manteniendo la hegemonía y el poder, a través de esa reproducción a la que he hecho referencia y, a través, de la división de clases entre los que tienen el poder y los que no lo tienen.

Un hecho social como éste, pasará seguramente inadvertido si lo analizamos dentro de las “estructuras capitalistas”, sencillamente, porque los sistemas educativos que el mismo Estado ha conformado para mantener ese poder, no permitiría la reflexión ni la crítica como tal, al escenario que he planteado con anterioridad. Creo entonces, que ahí radica la importancia de la “escuela emancipadora”, dado que ofrece una perspectiva diferente a las “formas de vida” también planteadas, proponiendo ante todo, la emancipación ideológica del yugo opresor a través de la educación: “la liberación… (en términos de Paulo Freire) no puede darse en términos meramente idealistas. Se hace indispensable que los oprimidos, en su lucha por la liberación, no conciban la realidad concreta de la opresión como una especie de mundo cerrado… del cual no puedan salir, sino como una situación que sólo los limita y que ellos pueden transformar…” (FREIRE, pág. 39).

¿Qué ha pasado entonces? y ¿por qué este pensamiento no ha tenido la influencia esperada en el mundo actual? Considero por principio de cuentas que, la educación – un campo amplio que despierta grandes polémicas por su carácter social – encierra en sí misma múltiples procesos educativos en los que interviene e influye de manera directa, los diversos acontecimientos sociales, políticos, económicos y culturales del mundo actual y, por ende, sus consecuencias se ven reflejadas en los sistemas educativos y en la misma educación que reciben los alumnos. ¿Ello implica una “emancipación ideológica” o una continuidad a las “estructuras capitalistas” y “globalizadoras”? cuestionamiento interesante que me lleva a responderlo de dos maneras: la primera, tendría que ver con el hecho de afirmar, que la educación puede generar una “emancipación ideológica” al formar hombres libres de pensamiento y de acciones, a fin de que éstos mismos, generen un mundo sin las grandes desigualdades existentes y altamente democratizador; sin embargo, tal planteamiento, me lleva a dar la segunda respuesta, puesto que dicha afirmación dejaría de lado los múltiples acontecimientos que suceden a nuestro rededor, sobre todo, aquellos de carácter económico y político, que determinan el tipo de educación que habrá de impartirse en los centros escolares, porque finalmente los hombres, tenderían a delegar a un segundo plano, la emancipación planteada líneas atrás, por la satisfacción de sus necesidades más apremiantes, utilizando para tal efecto, la educación que les ofrece el mismo medio en el que se encuentra, veamos de manera concreta el caso de Cuba o el mismísimo Brasil, ¿qué ha logrado la educación en dichos escenarios? ¿se han formado a lideres con la capacidad suficiente para emancipar a todo un pueblo y con ello se consiga el bienestar tan anhelado?.

Visto desde esta perspectiva, ¿realmente nos formamos para emanciparnos o para enfrentar la vida?, ¿si nos formamos para emanciparnos no estaríamos persiguiendo un interés muy particular y, si nos formamos para enfrentar la vida, no estaríamos en la misma condición, persiguiendo un interés muy personal?. ¿No acaso Freire perseguía un interés propio? ¿No acaso aquellos que se identifican con dicha “escuela emancipatoria” persiguen un interés personal? Interesantes cuestionamientos que me llevan a afirmar que efectivamente, en la subjetividad del individuo, siempre existe una razón, motivo, interés, por hacer “algo” que conlleve un a un supuesto “bienestar”, lo cual quiere decir, que detrás de cualquier acción – en este caso la de formación del individuo –, siempre existe una intensión que a su vez corresponde a un interés que nace en la subjetividad del individuo.

Luego entonces, entender el por qué el ser humano tiende a priorizar determinadas acciones en su “forma de vida”, como el anteponer la satisfacción de sus necesidades personales y no las colectivas, parece ser determinante en el trabajo que hasta aquí se ha expuesto, dado que la “escuela emancipadora” como una ideología sin poder, solo ha conseguido por tanto – como otras tantas ideologías que actualmente circulan en el ámbito social –, la reflexión y el análisis de las “formas de vida” de la sociedad actual – bajo dos escenarios claramente identificables: los dominadores y los dominados – y no así la transformación social que tanto pugna su autor, ¿o será qué en Brasil no existen opresores y oprimidos? y ¿qué la ideología en dicho Estado no generó o ha generado una división como la mencionada en el cuestionamiento anterior?. Desde luego que sí, porque finalmente los “intereses” son “intereses” que nacen en la subjetividad de las personas, quienes muchas de las veces, delegan a un segundo plano los intereses colectivos para satisfacer sus necesidades más apremiantes. Lo anterior, ¿representa entonces un fracaso ideológico? No, porque finalmente, no estaría haciendo este trabajo si es que la propuesta freiriana no tuviera algún valor en el devenir histórico de la sociedad y del mundo; creo entonces, que puede ser importante en la medida en que los seres humanos dejemos de ser individualistas y materialistas, lo cual, desde mi propia perspectiva, resulta ser un tanto complejo, porque aun cuando en los sistemas socialistas o izquierdistas se pugna por la igualdad, la equidad, la justicia, etc., los intereses personales, en cualquier momento, se hacen latentes, siendo por consecuencia lógica, los seres humanos, los únicos responsables de nuestra  forma de vida: de nuestra existencia.

CONCLUSIÓN

Hasta aquí, he planteado una serie de situaciones interesantes a fin de poder dar respuesta al cuestionamiento que lleva consigo mismo el nombre de este breve trabajo: “La escuela “emancipadora”: ¿un poder ideológico fáctico o una ideología sin poder?”, también, he dejado entrever que la “escuela emancipadora” es una corriente ideológica – que se origina a partir del movimiento freiriano – que no posee un poder de facto, porque aunque en la actualidad goza de algunos simpatizantes en el mundo entero, dicha escuela no ha conseguido de manera inmediata más que esa identificación ideológica y la reflexión y análisis de la sociedad en la que vivimos, sin que ello implique una transformación de la sociedad como tal, dado que la “realidad” en que nos encontramos inmersos, día a día nos demuestra el amplio “poder” y “dominio” – en todos los sentidos y aspectos – que poseen, han poseído y poseerán las “estructuras capitalistas” y “globalizadoras” sobre la vida de los seres humanos.

Entender tales situaciones, pudiera ser un tanto complejo, porque dentro de los esquemas que ha diseñado el Estado y ha aplicado a través de sus sistemas educativos – para el caso de aquellos Estados capitalistas – no se pueden vislumbrar con claridad tales planteamientos. Identificarlos, encierra en sí un gran avance y crecimiento en la mente de los individuos, porque de alguna u otra forma, nos permite conocer las distintas formas ideológicas que existen en el mundo entero. De hecho, tal parece que sus aportaciones – en el caso de Paulo Freire – son de singular relevancia, dado que a través de su mirada, se puede conocer una realidad cruel y verdadera, que lastima, que se esconde, y que difícilmente podrá ser transformada, porque sencillamente: la intereses personales en cualquier escenario social, político, económico y cultural, son eso: simplemente intereses muy personales que matan a los colectivos.



BIBLIOGRAFÍA

  • FIORI, Ernani M, “Aprender a decir su palabra. El método de alabetización del profesor Paulo Freire”, en Pedagogía del oprimido, Paulo Freire, Siglo XXI, 36ª ed, México D.F., 1987.
  • GIROUX, Henry A, Teoría y Resistencia en educación. Una pedagogía para la opsición, Siglo XXI, Madrid, España, 1992.
  • FREIRE, Paulo, Pedagogía del oprimido, Siglo XXI, 36ª ed, México D.F., 1987.
  • EZPELETA, Justa y Elsie Rockwell, “Escuela y clases subalternas”, en Antología de la asignatura Concepciones teórica de la educación, Programa de Maestría en Educación: formación docente en el ámbito regional, UPN, unidad 291, Tlaxcala, 2009.